Nos ha estando vueltas en la cabeza, la idea del avistamiento de Pumas en el sector de torres del paine. Un reportaje en televisión, sembró nuestro interés. Pumas en Cerro Castillo,
Aquí les dejamos un reportaje que encontré en la web.
Cada año, miles de visitantes de todo el mundo llegan al Parque Nacional Torres del Paine atraídos por sus torres de granito, sus lagos turquesa y enormes glaciares.
Sin embargo, lo que muchos ignoran es que este paisaje que parece haber salido directamente de la mitología es hogar del puma y un lugar donde hasta hoy estos enormes felinos cazan guanacos tal como lo hacían en la prehistoria.
Distribuidos en una región geográfica más amplia que cualquier mamífero terrestre en América, el puma es conocido con una gran variedad de nombres: sólo en inglés hay unas 40 formas de referirse a él.
Una de las seis subespecies del Puma con color, el Puma del extremo austral de América del Sur, está aumentando su población en Chile, gracias a la prohibición de caza y los esfuerzos para su conservación. Torres del Paine rápidamente se ha convertido en uno de los territorios más importantes del área para la conservación del Puma.
“Los vecinos del parque y los hacendados de los alrededores están comenzando a darse cuenta de su valor para el ecoturismo;” dice a Chile.Travel Claudio F. Vidal, naturalista y operador turístico. “Esto quiere decir que las áreas que rodean al parque se están transformando en “zonas colchón” donde no existe el conflicto histórico entre los felinos y los dueños del ganado.”
A falta de un estudio de la población oficial, los avistamientos de los guías sugieren que hay cerca de 60 pumas en el monte bajo, al este del parque. Los pumas de la zona pueden acceder a abundantes pumas torres paine, dentro de las cuales está una generosa población de guanacos, la exótica e introducida liebre europea y el reintroducido huemul.
Maestros del camuflaje
Vidal ya lleva una década haciendo seguimiento de los pumas del parque y suele llevar a los visitantes en expediciones de seis días. Su tasa de éxito en el avistamiento de pumas es ejemplar, en promedio sólo una vez cada 60 expediciones no se encuentra con un puma. Aunque deja en claro que la búsqueda, además de conocimiento de las especies, requiere paciencia y mucho trabajo.
“Es necesario tener ciertas características para dedicarse al seguimiento de pumas,” dice Vidal. “A pesar de que tenemos guías que son capaces de leer ciertos signos de la naturaleza, como cóndores sobrevolando a las presas y el movimiento de las mismas, o que saben cuáles son las áreas de caza, los visitantes deben poder soportar largas horas a la intemperie. A veces es un poco tedioso, pero las recompensas no tienen punto de comparación.”
El puma, que puede llegar a pesar hasta 100 kilos, es un depredador formidable. Valiéndose de sus sigilosas emboscadas, durante la cacería se acerca muy lentamente a sus presas hasta que las tienen dentro de su rango de alcance. Entonces, un zarpazo de sus garras retráctiles da paso a un preciso mordisco en el cuello de la víctima.
“Cuando los pumas están de caza, hacemos todo lo posible para no molestarlos y por lo general los observamos de lejos,” explica Vidal. “Esto quiere decir que si los visitantes quieren conseguir buenas fotos, tienen que tener cámaras poderosas.”
Expediciones del puma
Junto a la empresa de Vidal, varias agencias de turismo ofrecen expediciones especializadas en la búsqueda de pumas. La experiencia no es barata y a veces una expedición de seis días puede llegar a costar USD 2.500 por persona, comida y alojamiento incluidos.
Así y todo, Vidal explica que los excursionistas ocasionales pueden mantener la esperanza de encontrarse con un puma alguna vez. Al casi no tener problemas con los humanos, los pumas de Torres del Paine cada año están más relajados.
“En la actualidad no es tan raro que los excursionistas se topen con pumas que están descansando junto a los senderos, cosa que nunca hubiera pasado en los años 90,” dice Vidal.
El futuro de los pumas
Vidal espera que en un futuro próximo se implemente un programa de investigación serio que se concentre en los pumas del parque. Dichos estudios ayudarán a las autoridades del parque a disminuir el impacto que tiene el turismo en la vida de la fauna de la región.
“Todo el mundo está invitado a disfrutar del parque, pero deben tener cuidado cuando lo hagan. En 2006 y 2012, turistas comenzaron accidentalmente devastadores incendios que destruyeron grandes porciones de tierra. Esto hizo que el territorio de los pumas se mezclara y redujo la capacidad de las madres de defender a sus crías de los machos que protegían sus tierras,” explica Vidal.
“Los pumas son criaturas increíbles. Son ariscos y hermosos, además su capacidad de adaptación es una maravilla de la naturaleza. Debemos pensar en Torres del Paine primero como una reserva y luego como un destino turístico, ese es el orden correcto. Observar a los pumas no es un derecho, sino un privilegio que debemos proteger.”
Seguiremos dandole vueltas al tema... Contactaremos a alguien. ¿Por que no?
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